jueves, 4 de noviembre de 2021

Palabras Gala de los Mejores 2021

Daniel Toro González, miércoles, 3 de noviembre de 2021


Buenos días, señor Rector, Vicerrectora, Decanos, directivos, profesores y miembros de esta comunidad UTB.

Es para mi un placer compartir con ustedes este momento, dedicado a resaltar y honrar el trabajo de quienes han logrado lo que antes de marzo del 2020 parecía imposible. Si nos hubieran preguntado en febrero del 2020 cuánto tiempo y recursos nos tomaría llevar todas las actividades académicas a un esquema remoto, el tiempo incluso para estimar estos montos se hubiera contado en meses, en el mejor de los casos. No obstante, una vez enfrentados a la pandemia, la transición de emergencia no nos tomó más de una semana. Por supuesto, la rápida transición hacia nuevos medios educativos fue posible solamente por el compromiso del equipo técnico, académico y administrativo que permitió resolver los múltiples retos, pero sobre todo, a la dedicación, compromiso y flexibilidad de todos nuestros profesores.

Esta Gala de los Mejores esta dedicada a resaltar el trabajo de los profesores, protagonistas del cambio, quienes facilitaron una transición rápida a la Docencia Remota soportada en Tecnologías de Información y Comunicaciones – DoReTIC y en general permitieron dar continuidad a las funciones sustantivas de la universidad manteniendo los valores institucionales de liderazgo, excelencia, respeto, servicio, responsabilidad social, compromiso con el logro y transparencia.

Dice Derek Book, ex rector de la Universidad de Harvard  en su libro “El reto de reformar las universidades” que las encuestas muestran que la mayoría de los profesores nos consideramos mejores que el promedio (Bok, 2017). Que yo recuerde esto sólo sucede también con conductores pasados de copas. No sobra aclarar que no estoy sugiriendo la existencia de ninguna relación causal entre estos dos subconjuntos. Pero fuera de broma, a veces tendemos a ser tan autocomplacientes con nuestro trabajo como críticos con el de nuestros pares, resalta Bok que “La clave para superar la autocomplacencia es obtener mejor evidencia de nuestro desempeño”. Esto por supuesto esta muy en línea con el camino que nos hemos trazado en la UTB. Una universidad tecnológica, en la frontera de la ciencia en muchas áreas y disciplinas se ha convertido en referencia local, regional e incluso nacional, con visibilidad y reconocimiento internacional. Es en este contexto en el que ustedes los profesores de la UTB, incluso en momentos tan complejos como los generados por la pandemia, han demostrado todas sus capacidades y compromiso. 

No son pocos los mensajes que les hemos hecho llegar a miembros de nuestra comunidad lamentando la pérdida de un ser querido. Muchos de ustedes han atravesado los días más difíciles de sus vidas durante este ultimo año, y han estado al día siguiente al lado de sus estudiantes ayudándolos a construir certezas sobre un mar de incertidumbres. Incluso perdimos a miembros de nuestra comunidad, nuestra querida Netty Huertas, a quien extrañamos y que dejó una marca y aportes muy valorados por la comunidad en el desarrollo del turismo. Por eso nuestro compromiso debe ser el de honrar la memoria de Netty y la de todos nuestros familiares y amigos que no lograron superar la pandemia, haciendo lo mejor que sabemos, transformando el futuro con educación.

Es nuestro reto avanzar en un proyecto educativo que nos permita como profesores hacer parte de una comunidad académica vibrante, conectada con las redes internacionales de conocimiento, pero que al mismo tiempo nos permita aportar a la construcción de una ciudad y a una región más justas, más incluyentes.

Sabemos que los retos que nos esperan como comunidad son múltiples y complejos, para la Asociación Europea de Universidades en su informe “Universidades sin paredes: una visión al 2030”, será necesario para las universidades aportar a la solución de la crisis climática y de sostenibilidad, mantenerse vigentes en el acelerado desarrollo tecnológico, ayudar a la construcción de sistemas políticos más estables y que propicien la democracia, combatir la desinformación y la erosión del debate público, ayudar a comprender y aprovechar los cambios geopolíticos del mundo y, por supuesto, combatir (la pobreza) y las disparidades sociales persistentes. Todo esto garantizando la sostenibilidad de largo plazo en un contexto cada día más competitivo e incierto.

Será necesario para enfrentar estos retos, repensar la forma cómo se desarrollan nuestros programas de pregrado y posgrado, promover la interdisciplinariedad y fortalecer el relacionamiento con el entorno. Para lograrlo, al menos en lo relacionado con la formación de nuestros estudiantes, debemos seguir construyendo desde la perspectiva de los resultados de aprendizaje, instrumentos de medición que nos permitan implementar un proceso continuo de reformas y ajustes curriculares que fortalezcan el sello institucional y que nos permitan continuar con el legado de aporte en la reducción de las brechas que enfrentamos como sociedad.

El futuro nos pertenece y con el trabajo de toda esta comunidad seguiremos construyéndolo. Esperamos que el próximo año esa construcción se desarrolle en un marco de completa presencialidad, por supuesto, sin negar los aprendizajes derivados de la pandemia. Es necesario aprovechar los aspectos más positivos de este periodo para fortalecer el desarrollo de nuestras funciones sustantivas.

Por ello, y sin el menor asomo de riesgo de caer en auto-complacencias, me atrevo a decir que la UTB y toda su comunidad académica y administrativa se encuentra preparada para seguir liderando la transformación de nuestra sociedad desde la educación.  

Muchas gracias.

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