El Universal, 21 de Agosto de 2015 (Enlace)
La congestión deteriora la calidad de vida y la productividad de las ciudades, incrementa el consumo de combustible y los costos de viaje, afecta el movimiento de carga, y eleva la accidentalidad y la contaminación. Además, hay evidencia para afirmar que el estrés derivado del tráfico y la congestión generan respuestas emocionales (ansiedad y frustración) y fisiológicas (aumento en la presión sanguínea, ritmo cardíaco y tensión muscular). Ambas redundan en comportamiento agresivo y menor capacidad de reacción al conducir, generando aumentos en la accidentalidad y una considerable reducción en la calidad de vida. Investigadores de muchos países han recolectado suficiente información al respecto y mal haríamos en creer que los cartageneros somos inmunes a estos males.
Para hacer de nuestra ciudad un mejor sitio para vivir, la Universidad Tecnológica de Bolívar, la Cámara de Comercio de Cartagena y Cartagena Cómo Vamos, firmaron ayer el documento “Los 16 puntos para lograr una movilidad sostenible en Cartagena”. Estos puntos fueron identificados empleando una metodología en tres etapas con la participación de ciudadanos y expertos.
El documento señala elementos fundamentales para diseñar una política distrital de movilidad sostenible. Resalto en especial dos: primero, en un contexto de adecuada planeación urbana y territorial, Transcaribe es parte fundamental de un sistema de movilidad, pero debe estar articulado a la movilidad peatonal, las ciclorutas, el transporte acuático, y demás medios sostenibles; segundo, existe la necesidad de priorizar los medios de transporte para que se reconozca la importancia de los peatones y los ciclistas como parte integral del sistema. Para ello es necesaria infraestructura que use materiales apropiados y mejorar la arborización para generar la mayor cantidad de sombra posible.
Nuestra percepción de Cartagena está muy ligada a la movilidad. No tendremos una sensación de mejoría en la calidad de vida mientras movilizarse sea una actividad que nos enferma. Además, ni la industria, ni el puerto, ni los hoteles, ni el comercio tienen futuro sin el empuje de un sistema de movilidad sostenible.
La invitación a todos los candidatos, y en especial a quien sea electo como próximo alcalde de la ciudad, es a que adopte estos puntos derivados de la construcción colectiva, como base para una política de movilidad en la ciudad, para hacer de Cartagena la ciudad sostenible que muchos soñamos.
La siguiente es la imagen del documento firmado: