viernes, 3 de octubre de 2014

Ordenar el territorio

El Universal, 3 de Octubre de 2014 12:02 am

Cartagena, destino de moda para toda clase de eventos que atrae visitantes ilustres de todo el mundo, es al tiempo una ciudad hostil con sus residentes y de cuestionable sostenibilidad.

Mientras los visitantes celebran ante los impávidos ojos de sus moradores, la ciudad se rezaga en la región ante el empuje modernizador y el crecimiento relativamente ordenado de capitales como Barranquilla, Montería y Santa Marta.

En las calles de la Heroica abundan ejemplos de cómo no debe planearse una ciudad. Colegios en medio de barrios residenciales sin la infraestructura apropiada  para la llegada y salida de estudiantes. Hospitales y clínicas improvisados en casonas maquilladas sin acceso o instalaciones adecuadas para la prestación de servicios de salud. Centros comerciales y conjuntos residenciales con protuberantes problemas de acceso vehicular y peatonal. Hoteles, comercios y empresas de transporte que poco a poco expanden sus espacios sin que nadie quiera notarlo o se atreva a señalarlos. Camiones que rompen el tráfico sacando contenedores desde el corazón de la ciudad.

La lista es incontable. Pero son problemas que pueden ser solucionados con un apropiado marco regulatorio de ordenamiento territorial. Planear el territorio es condición indispensable para lograr una ciudad que sea un hábitat amable, sostenible y que promueva el desarrollo económico y social.

Según el Banco Mundial, por primera vez en la historia más de la mitad de la población mundial vive en áreas urbanas. Y en 2030 los países en desarrollo duplicarán su población urbana. Esta transformación es un reto colosal. Si las proyecciones del Banco Mundial se cumplen ¿estamos hoy en Cartagena planeando una ciudad capaz de albergar apropiadamente a dos millones de personas en 15 años?

Los problemas de hoy y el futuro de la ciudad requieren mayor debate. Es necesario crear más espacios para que, mediante la discusión de ideas, se dé forma a la ciudad que deseamos. En ello las universidades tienen un papel determinante. Desde la UTB se ha tratado de elevar el nivel del debate sobre temas de ciudad como la movilidad y el cambio climático en diversos foros sobre temas urbanos. Este semestre el debate gira en torno al ordenamiento territorial.

No es un lugar común decir que de todos depende que Cartagena sea una ciudad ordenada y sostenible para sus habitantes actuales y futuros. Estos foros de discusión académica son un escenario que puede ser aprovechado por toda la comunidad para lograr que la ciudad sea acogedora para propios y extraños.