Vivir su construcción de la mano del entonces asistente técnico Fabio Rueda y de su coordinadora Alicia Bozzi, extraordinarios profesionales con las mejores capacidades, me significó ser testigo de uno de los proyectos Cómo Vamos con mayor liderazgo, seriedad y capacidad de innovación en el país. Fue una experiencia invaluable. Muchas de las ideas generadas desde el proyecto en Cartagena se convirtieron en aportes trascendentales para la red de ciudades Cómo Vamos.
Como característica fundamental es importante resaltar su independencia en el manejo de la información. Los informes de CCV siempre cumplieron con el papel de presentar de la manera más equilibrada posible la situación de la ciudad, sin caer en juegos políticos o favoritismos.
El liderazgo de Alicia llevó este novedoso proyecto a convertirse en una institución protagonista de la realidad local. Basta con haber asistido a alguno de sus eventos para evidenciar el asombroso poder de convocatoria, en una ciudad donde el común denominador es la indiferencia. Estos ejercicios son el mejor ejemplo del impacto social del proyecto, creando comunidades más informadas.
Si no fuera por la información recogida y presentada por el proyecto, sería mucho más difícil establecer los avances y retrocesos de las últimas cuatro administraciones. Alicia dejó una institución muy bien posicionada, que les permite a los ciudadanos diagnosticar de manera constante, clara e imparcial sobre el estado de la ciudad.
Sin la información que provee CCV la participación ciudadana estaría andando a ciegas, sin saber cómo vamos, ni hacia dónde, como en la fiesta del Té de Alicia en el país de las Maravillas. Pero, a diferencia de la del cuento, nuestra Alicia al menos deja la fiesta con un diagnóstico sobre su estado.
El reto para la nueva Directora Maria Cláudia Peñas es mayúsculo, pero es una profesional preparada y sin dudas logrará hacer avanzar este proyecto en la dirección correcta.