El Universal, 1 de Diciembre de 2017 (Enlace)
Hacia mediados del siglo XIX la gente moría frecuentemente por tomar agua contaminada. Jon Snow, un personaje tan heroico como su homónimo ficticio de la popular serie de televisión Juego de Tronos, fue un epidemiólogo que ayudó a identificar la teoría de los gérmenes, en la que se concluyó que pequeños organismos usualmente invisibles presentes en fuentes de agua afectaban la salud y en muchos casos provocaban la muerte.
A pesar de su descubrimiento hace más de 150 años, hoy en este Caribe colombiano lleno de riquezas naturales y de fuentes hídricas hay casi 500 mil hogares sin acueducto y más de un millón sin alcantarillado. Esto, como es de esperarse, implica costos muy altos para nuestra sociedad en salud, productividad y medio ambiente. Para ilustrar el impacto, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la muerte de al menos uno de cada cuatro niños en el mundo puede evitarse con acceso a agua potable y alcantarillado.
Por fortuna, el propósito de cerrar las brechas en acueducto y alcantarillado es una declaración global y así quedó plasmado en el sexto punto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A pesar de este compromiso, la misma OMS identificó que más del 80% de los países reportaron insuficientes recursos financieros para alcanzar este objetivo en el año 2030.
¿Cuál es la situación en el Caribe colombiano? Ayer, 30 de noviembre, se presentó en Santa Marta la Casa Grande Caribe, una iniciativa de entidades que se unieron para identificar las inversiones necesarias para resolver, de una vez por todas, el atraso de la Costa en cinco áreas: educación, nutrición, salud, saneamiento básico y financiamiento y calidad del gasto.
La Universidad Tecnológica de Bolívar participó con un documento de investigación que diagnostica esta situación de rezago y valora el cierre de las brechas en provisión de acueducto y alcantarillado en los ocho departamentos de la región. El monto estimado para inversión en infraestructura en zonas urbanas y rurales entre 2017 y 2030 es de US$5.100 millones de dólares.
Adicionales a los resultados de acueducto y alcantarillado, el balance total para el cierre de brechas en los cinco temas estudiados en la Casa Grande Caribe asciende a 16.000 millones de dólares, que podrían cubrirse con el Presupuesto General de la Nación y recursos de regalías, sobre el supuesto de que la región mantiene las participaciones actuales.
En este mismo balance, cerrar las brechas en salud, educación, nutrición y, en particular, en saneamiento básico, puede hacer que en el Caribe cumplamos el sueño de tener una región de verdad incluyente.
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