El Universal, 4 de Agosto de 2017 (Enlace)
En 1962, Alejandro Obregón ganó el Premio Nacional de
Pintura del XIV Salón de Artistas Colombianos con su obra “La violencia”. Ese
mismo año, su amigo Álvaro Cepeda Samudio publicó La casa grande, novela
predecesora del célebre boom latinoamericano. Mientras los años 60 acunaron el
surgimiento de notables artistas y escritores caribeños, paradójicamente la
región iniciaba un penoso proceso de empobrecimiento.
Han pasado más de 50 años de la publicación de Cepeda y del
reconocimiento a la obra de Obregón, y aún no hemos logrado cerrar las brechas
económicas y sociales frente al resto del país ni superar los efectos de la
violencia. Por el contrario, el rezago regional en muchos aspectos se
profundizó.
Para avanzar en el propósito común de reducir la pobreza, el
pasado 11 de julio en Barranquilla se lanzó la Cumbre Caribe por la Inclusión y
la Transformación Social “La Casa Grande”, evento promovido por el economista e
historiador Adolfo Meisel Roca.
La Casa Grande pretende “dar voz a quienes no la tienen”,
según lo planteó el también codirector del Banco de la República, y consiste en
construir y discutir cinco documentos que medirán las brechas sociales regionales
en educación, nutrición, salud, saneamiento básico y financiamiento, y calidad
del gasto.
Por el corto alcance de iniciativas previas, ahora se toma
un camino más ambicioso. Se busca no sólo construir otro diagnóstico regional,
sino establecer las metas de cobertura y cuantificar los recursos necesarios
para lograrlas en 12 años, en 2030, fecha señalada por la ONU para cumplir los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La elaboración de los documentos está a cargo de
investigadores de cuatro instituciones regionales: Fundesarrollo, la
Universidad del Norte, el Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) del
Banco de la República y la Universidad Tecnológica de Bolívar. La presentación
de las propuestas se realizará el 30 de noviembre en Santa Marta en un evento
que estará precedido de una agenda de discusión en diferentes ciudades de la
Costa Caribe donde se construirán participativamente las propuestas de
desarrollo regional.
Ahora que cultura y desarrollo regional toman caminos
opuestos, la obra de Cepeda se convierte en el marco donde se formula la
estrategia para cerrar las brechas sociales de la Costa. La Casa Grande
significa seguir construyendo una región tal como la que soñamos: con
oportunidades, en la que puedan surgir por igual artistas, escritores,
cantantes y científicos, sin que las opciones ni la vida misma estén
determinadas por la lotería del destino.
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