Los argumentos para justificar la demora del proyecto usualmente están asociados a su aparente complejidad, sin embargo, cualquiera de ellos queda sin piso al revisar los períodos de construcción de mega-obras alrededor del mundo. Navegando por Wikipedia se conocen datos como los siguientes: El edificio Empire State en la ciudad de Nueva York se construyó en un año, el puente Golden Gate de San Francisco fue construido en cuatro años. El Aeropuerto internacional de Hong Kong que es una isla artificial y la gran represa Hoover en Arizona demoraron en ser construidos seis años. Competimos solamente con la construcción del canal de Panamá cuya segunda etapa duró diez años (1903-1913).
Lo peor de todo no es lo que ha demorado la construcción, sino que aún sin inaugurar, las obras ya parecen un elefante blanco, en todos los trayectos construidos se perciben el abandono y la desidia. Con un inicio así no hay que ser videntes para predecir cómo será su funcionamiento. Transcaribe es un proyecto de todos que es de nadie. Es nuestro deber de ciudadanos hacer nuestro éste proyecto.