Para la mayoría de campesinos en Colombia todo ha jugado en su contra. En Colombia campesino es sinónimo de pobre, victima, desplazado, bueno con excepción de los "campesinos" beneficiarios del programa AIS y uno que otro ganadero. Sin embargo, asociar a los verdaderos campesinos con desarrollo productivo, progreso, y trabajo duro y honrado, es una realidad evidente en muchos otros países. Mientras que en Colombia el ingreso percapita ha crecido más de 4% en la última década, el sector agrícola solamente lo hizo a la mitad (algo mas del 2%). Caso opuesto al de otros países del continente donde el crecimiento agrícola durante los últimos 10 años ha sido superior al crecimiento económico entre ellos Brasil, Chile, Méjico, Paraguay, y Estados Unidos.
A principios de los años noventa, entre 1993 y 1994, el sector agrícola sufrió una fuerte contracción de su productividad cercana a una cuarta parte en términos reales[1], y posteriormente se observaron tasas negativas de crecimiento durante la década, las cuales llevaron al sector hasta niveles de generación de valor agregado equivalentes a las de mediados de los años 80, es decir, el sector retrocedió casi 10 años. Luego de un período de lenta recuperación, en el 2008 el valor agregado por trabajador fue de tres mil doscientos dólares (US$3200 en dólares del 2000), apenas el mismo nivel observado en el año 1992, es decir, el rezago con respecto a niveles anteriores se ha ampliado a casi 20 años. (Ver Gráfica - Datos del Banco Mundial)
Sólo para ver la inmensa diferencia entre lo que estamos haciendo y el potencial de producción la tierra se puede considerar el siguiente ejemplo: En el 2007 los Estados Unidos mostró una productividad percapita de 45 mil dólares en el sector, Argentina de 12 mil, Venezuela de 8 mil, Chile de 6 mil, Panamá de 4 mil, mientras en Colombia sólo fue de 3 mil. Si bien el desarrollo del sector no es condición necesaria para lograr un mayor desarrollo económico en todos los países, en Colombia puede desempeñar un papel primordial si es orientado apropiadamente, las políticas de desarrollo productivo y de encadenamientos con actividades industriales que generen mayor valor agregado son claves en el aumento del empleo y los ingresos de los trabajadores. Bienvenido sea el programa de restitución de tierras planteado por el nuevo gobierno, esperemos que la historia no juegue en su contra (Ver columna de Salomón Kalmanovitz)
Fuente: World Development Indicators
[1] Tomando como medida de productividad el valor agregado por trabajador, que mide la producción del sector restando el valor de los insumos usados en la producción.
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