domingo, 18 de agosto de 2013

Campanazos en Transcaribe

El Universal - 16 de Agosto de 2013 12:20 am (Enlace)

La demanda por transporte público formal de pasajeros se redujo mucho en Cartagena durante la pasada década. En 2009, se transportaron 300 mil pasajeros menos al día que en el año 2000 en buses, busetas y microbuses. Esto implica la reducción de casi un tercio del mercado de transporte público.
Resultados de diversas investigaciones de la Universidad Tecnológica de Bolívar subrayan que hay dos causas: el deterioro de la calidad del servicio y el incremento en los ingresos de los cartageneros.
El primer elemento se ve en los bajos promedios de velocidad de vehículos. Mientras que Transmilenio en Bogotá tiene una velocidad promedio de 26 km/h, la velocidad promedio de los buses de transporte público en Cartagena es de 13 km/h. Esto significa que un pasajero que recorre la misma distancia tarda el doble de tiempo en Cartagena.
El segundo elemento es el aumento de los ingresos: entre 2000 y 2011 el producto anual por habitante en Cartagena, descontando la inflación, casi se duplicó, al pasar de $3,9 a $6,6 millones. Este incremento implica que el transporte público, según las citadas investigaciones, es un bien inferior; es decir, las personas dejan de montarse en bus o buseta cuando su ingreso se eleva porque buscan otras alternativas, como el taxi o vehículos propios, especialmente motocicletas.
Lo anterior conduce a una reflexión sobre el futuro inmediato de la movilidad local. Según las investigaciones de la UTB,  la demanda de pasajeros del sistema de transporte masivo será inferior a las proyecciones que maneja Transcaribe, lo cual pondría en riesgo su viabilidad como proyecto de inversión. Los escenarios más optimistas indican que Transcaribe podrá transportar alrededor de 200 mil personas al día, mientras que las estimaciones de la empresa proyectan una demanda de 400 mil pasajeros.
Como cartageneros debemos exigir una discusión más cualificada sobre Transcaribe, proyecto que ha comprometido y comprometerá cuantiosos recursos financiados con nuestros impuestos.
Por su parte, Transcaribe está en la obligación de sustentar la metodología usada para realizar las estimaciones de demanda sobre las cuales se estructura el proyecto financiero, y discutir sus implicaciones a la luz de los estimativos de otras instituciones, entre ellas la UTB.
Si bien los resultados de las investigaciones y las observaciones aquí señaladas pueden parecer muy puntuales, sus implicaciones superan el ámbito del transporte público: se relacionan con la viabilidad financiera de la ciudad y, más importante aún, con el bienestar de toda la población.